Hubo fuertes consignas contra la corrupción K. En la protesta de este martes también se pidió que avance una ley contra la corrupción. Este miércoles se vota el pedido de allanamiento a la ex presidenta.
La previa de la sesión para autorizar los allanamientos a las casas de Cristina Kirchner tuvo un 21A multitudinario. En una noche gélida, miles de personas se congregaron frente al Congreso para reclamar no solamente la habilitación de la medida judicial: con consignas contra la corrupción de la larga década kirchnerista, pidieron también el desafuero de la ex presidenta, la aprobación de la ley de extinción de dominio y que “devuelvan lo robado”durante la era K.
La concentración fue convocada por redes sociales luego del segundo intento frustrado para tratar los allanamientos en el Senado, el miércoles pasado. Surgió de militantes oficialistas y funcionarios cercanos al titular de Medios, Hernán Lombardi. Pero la concurrencia, si bien tuvo un perfil de claro rechazo al peronismo en general y de apoyo al gobierno actual, trascendió largamente cualquier expresión partidaria. Con banderas argentinas y pancartas, la gente puso el acento en la pelea contra la corrupción. Por eso avanzó incluso más de lo que está en debate, al pedir el desafuero de Cristina.
En la batalla política de los años recientes este 21A, aunque con menor volumen, se inscribió en la línea de las inmensas protestas que tuvieron lugar el 8 de noviembre de 2012 y el 18 de abril de 2013 en rechazo de las intenciones de la ex presidenta de reformar la Constitución para perpetuarse en el poder, plan que quedó sepultado con su derrota electoral de ese año.
El rasgo distintivo fue el protagonismo de la gente mayor de 50 años. Con todo, un núcleo joven se abrió espacio para agolparse delante de las rejas del Palacio del Congreso.
Cuando arribó Alfredo Casero, un sector de la Plaza lo recibió coreando “queremos flan”, el nuevo hit que se viralizó a partir de la frase que utilizó el cómico en un reciente reportaje para cuestionar la herencia K. El actor caminó junto a la diputada del Parlasur Mariana Zuvic y se fotografió con los legisladores nacionales del PRO Pablo Torello y Cornelia Schmidt-Liermann.
Las consignas exigieron “devuelvan lo robado”, “extinción de dominio ya”, “impunidad nunca más” y “cárcel a la reina de la mafia”, en alusión a la ex mandataria.
“¡Desafuero, desafuero!” fue uno de los cánticos más frecuentes en la noche. Hubo otros con insultos hacia Miguel Pichetto, el jefe de los senadores del peronismo, al que se responsabiliza por “proteger” a la ex presidenta y supuestamente bloquear la aprobación de los allanamientos en el recinto.
En paralelo, hubo masivas marchas en decenas de ciudades del interior, entre otras Córdoba, Rosario, La Plata, Mendoza y Salta. Los convocantes estimaron unas 80 mil personas en el Congreso, y unas 20 mil en Rosario y Córdoba, según los llamados que recibieron desde allí. Las redes sociales, sobre todo Twitter, estuvieron muy activas reflejando buena parte de la movida de la jornada.
Frente al Congreso se vio a los diputados de Cambiemos Graciela Ocaña -sacándose selfies con un grupo de jubilados-, Waldo Wolff, Jorge Enríquez, Lucas Inccico, Sergio Wisky, Javier Pretto y Fernando Iglesias. La diputada provincial Carolina Píparo junto a María Luján Rey, mamá de Lucas y rostro emblemático de los familiares de la tragedia de TBA en la estación Once.
“Todos estamos por lo mismo, queremos el desafuero y la extinción, que devuelvan la plata robada”, dijeron a dúo a Clarín Gloria y Teresa, ambas jubiladas de la ex Entel y vecinas de Congreso. Isa, llegada desde Núñez y envuelta en una bandera argentina, definió que “lo importante es que se termine la impunidad. No se comunica bien lo que afecta semejante plata robada, las escuelas y hospitales que se podrían haber hecho”.
La idea de los convocantes fue meter presión al Senado que debatirá los temas hoy, en un clima de tensión en el peronismo. Mientras crecía la concentración, los manifestantes se enteraban de la carta que difundió la ex presidenta admitiendo los allanamientos a sus domicilios.
“No eran pingüinos, eran buitres”, rezaba un cartel colgado de las rejas del Congreso, en alusión a los Kirchner. No faltó el cotillón, como un maniquí con peluca de cabello largo -alusivo a la ex presidenta- vestido con pollera, top y gorro a rayas, como los presos.